El nombre del Mesías es Yeshua,
una variante frecuente de Yehoshua (יהושע),
que significa ‘Yah es salvación’ [Mateo 1:21].

Cuando Yeshúa estaba siendo perseguido por las autoridades religiosas judías, y buscaban aprehenderlo, cruzó el Jordán una vez más para estar en el lugar donde Yohanan el Inmersor (Juan el Bautista) estaba sumergiendo. Mientras él y sus discípulos estaban allí, Yeshua recibió un mensaje de Miryam (María) y su hermana Marta informándole que su hermano El’azar (Lázaro) estaba enfermo. El’azar era el discípulo que Yeshua amaba.
Discípulo Amado (llamado Juan) 1:1-3
1 Estaba entonces enfermo un hombre llamado Elazar, de Bet-Hiní (Betania), la aldea de Miryam y de su hermana Marta.
2 Miryam fue la que ungió al Maestro con perfume y le secó los pies con sus cabellos. Y Elazar, que estaba enfermo, era su hermano.
3 Entonces sus hermanas le mandaron decir: “Maestro, mira, tu *amigo está enfermo”.
*(Algunas versiones lo traducen como 'el que amas')
Pero Yeshúa esperó dos días después de recibir el mensaje antes de ponerse en camino a Betania. ¿Por qué hizo esto, sabiendo que el discípulo a quien amaba estaba enfermo?
Discípulo amado (llamado Juan) 11:6
Sin embargo, cuando oyó que estaba enfermo, se quedó aún dos días más en el lugar donde estaba.
La respuesta se puede encontrar en la ‘tradición judía’. Los rabinos de la época de Yeshua creían y enseñaban, entre otras cosas, que:
● el espíritu de una persona fallecida permanecía y se quedaba cerca del cadáver durante tres días, tratando desesperadamente de volver a entrar en el cuerpo.
(Tanhuma, Miqetz 4;Pequdei 3)
● Después de tres días, el espíritu regresa al Eterno para esperar el tiempo de la resurrección (Talmud babilónico Sanedrín 90b-91a).
Esta creencia judía, basada en la tradición y no en las Escrituras, podría ser la razón por la que el Eterno esperó tres días para resucitar a su siervo Yeshua; de esta manera, incluso los creyentes judíos más estrictos llegarían a ver que Yeshua era en verdad el Mesías y que tenía poder sobre la muerte.
Después de que Yeshua esperó dos días, llegó a Betania cuando El’azar llevaba muerto cuatro días (11:7) y la resurrección ya era imposible según la creencia judía. Entonces les ordenó que quitaran la piedra de la tumba, y le dijeron que El’azar estaba en estado de descomposición y ya olía (11:39).Luego procedió a revivir a El’azar (11:43) y muchos de los que estaban presentes creyeron en Yeshua (11:45).Yeshúa calculó su llegada para que no hubiera duda de que el Eterno le había dado poder sobre todas las cosas, incluso sobre la muerte.
[Para más información, ver ¿QUIÉN ERA EL DISCÍPULO A QUIEN YESHUA AMABA?]
Esta es la señal (milagro) más importante que Yeshua realizó durante su vida en la tierra. El Mesías fue glorificado por ello y, en última instancia, a través de él, el Eterno fue glorificado. La resurrección no es solo algo que Yeshua ejecutó, Yeshua ES la resurrección.
Discípulo amado (llamado Juan) 11:23-25
23 Yahoshúa le dijo: “Tu hermano resucitará”.
24 Marta le dijo: “Yo sé que resucitará en la resurrección del día final”.
25 Yahoshúa le dijo: “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá.
Sources:
Dr. Eli Lizorkin; Yosef Alvarez
A menos que se indique lo contrario,
todos los versos usados en esta enseñanza provienen de
la Versión Israelita Nazarena